El concepto y la imagen del abogado tradicional se han devaluado en alguna medida. En el imaginario de la sociedad se tiende a relacionarlo con alguien que si bien tiene conocimientos técnicos jurídicos (que son necesarios), es una persona de mala reputación o por decir lo menos ‘astuta’. No podemos generalizar, pero si existe una percepción social relativamente mayoritaria.
Desde luego que existimos los asesores jurídicos y demás profesionales de la rama del derecho que nos desempeñamos con honestidad, eficiencia técnico-jurídica y un compromiso social, pero hoy por hoy somos minoría.
De eso se trata este artículo, de estimular a las nuevas generaciones de estudiantes y profesionales del derecho, para que poco a poco vayamos asumiendo las cualidades de un nuevo tipo de abogado, que si bien sea eficiente en la técnica jurídica concreta, también tenga sólidos conocimientos en otras áreas y al mismo tiempo cumpla un adecuado papel de líder social.
Las cualidades de un buen abogado (a) son muchas, pero trataremos de resumirlas en las más importantes, a nuestro entender:
-Posee sólidos conocimientos en materias civil, penal, laboral, comercial, administrativa, tributaria, entre otras.
-Conoce de historia, cultura, filosofía, psicología, oratoria, economía, política, sociología.
-Cobra honorarios según la realidad concreta de cada proceso y de cada cliente.
-Ama su profesión, su estatus intelectual, pero no cree estar por encima de los demás miembros de la sociedad.
-No sólo redacta contratos, actas, demandas o minutas, sino que además busca dejar un legado jurídico y social con obras doctrinarias.
-Utiliza su papel intelectual en la sociedad, para ser un líder social proactivo, propositivo y progresivo.
-Cuando existe controversia entre el derecho y la justicia, elige el bando de la justicia.
Para consultas, procesos o trámites, puede contactarnos al whatsapp: 0998725157; al correo electrónico: nicoegaabogacia@gmail.com ; o acudir a nuestras oficinas ubicadas en las ciudades de Riobamba y Quito. ¡Éxitos a todos (as) y a seguir forjando acero!
Abg. Nicolás Gualle
ASESOR JURÍDICO